Sesión De Pre-Boda
¿Por qué hacer una sesión de pre-boda?
Porque esta aventura no es solo el día de la boda. Si de un viaje únicamente valoramos el destino, nos estaremos perdiendo muchas vivencias únicas.
Todo comienza antes, hay mil cuestiones especiales al tratarse de los preparativos de un gran día y se vive todo juntos y con emoción. Porque una vez casados ya estáis unidos, pero… ¿acaso no es bonita también la vida de novios?, ¿no merece la pena guardar esos recuerdos fielmente? Una sesión de pre-boda puede ser la última oportunidad de tomaros fotos como tales, pero hay más motivos:
Quizá surjan momentos en los que os desborden los preparativos, las decisiones que tomar, los problemas que resolver. Por qué no dejarlo todo aparcado por unas horas, solo vosotros y yo, y dedicarnos únicamente a pasar un buen rato sacando fotos.
Servirá también para conocernos mejor, crear un vínculo de confianza entre nosotros, ganar seguridad delante de la cámara, saber qué esperar tanto de vosotros como de mí cuando llegue el gran día y contribuir a que todo fluya con tranquilidad.
Sin embargo, además de todo eso que es importante, me gusta tratar esta sesión como un fin en sí misma, la Podemos ir a la playa, pasear por la arena, meternos en el agua y jugar como niños, hacer algunas fotos aéreas… Por qué no, ir a algún lugar con significado para vosotros, un pueblo o ciudad (cercano o lejano, eso da igual) a recorrer esas calles con sabor especial. Y, ya puestos… ¿qué tal si vamos un poco más allá y aprovechamos algunos billetes económicos a alguna ciudad romántica? Por supuesto, también está la opción de hacer una sesión de estudio, con un fondo adecuado, unas luces cuidadas y os sentiréis como auténticos súper modelos.
Sesión De Post-Boda
Aunque se pueda pensar que esta es una sesión similar a la pre-boda, no tiene nada que ver. Atrás han quedado todos los nervios, obligaciones y compromisos que rodeaban la ceremonia y celebración de vuestro enlace. Ahora iréis recuperando la normalidad para centraros en vuestra recién estrenada vida de casados.
Con todo el tiempo de mundo, se abre la posibilidad de hacer una sesión más tranquila y reposada, con fotos más cuidadas, pero también más libres y desenfadadas y con más tiempo del que tuvimos tras la ceremonia. Total, vuestros trajes seguramente no saldrán más del armario y quizá esta sea la última ocasión para poder lucirlos, así que vamos a sacarles todo el jugo.
Y si lo hacemos a tiempo, podrían incluso adornar las últimas páginas de vuestro álbum de boda. La guinda perfecta del pastel.
Sesión Luna De Miel
Como si de una sesión de post-boda se tratara; la mejor opción, la que seguro viviréis con mayor ilusión, la que mejores recuerdos os dejará y también fotos más espectaculares, es la que se puede hacer en el destino elegido como luna de miel.
Sea cual sea el lugar, de playas exóticas y desiertas, ciudades románticas, destinos de aventuras, en cualquier paraje insólito o ciudad de abarrotadas calles.
¿Os imagináis vestidos con vuestros trajes de boda a los pies de la Torre Eiffel, cruzando la carretera frente al Big Ben, tomando un café en Budapest con el Danubio de fondo o en lo alto de una duna dejando el velo volar al aire cálido de algún desierto de Marruecos? Ya no estaríamos hablando de una simple sesión de fotos, ya hablamos de toda una aventura. Si finalmente os acompañase en ese viaje, sería un día completo en el que estaría a vuestro servicio; desde bien temprano podremos recorrer calles, buscar rincones singulares, grandes monumentos, espacios íntimos, parar a tomar algo y recuperar fuerzas para la tarde y buscar el mejor sitio donde contemplar una fastuosa puesta de sol y vivir las primeras horas de la noche. Al día siguiente ya me volvería y os dejaría disfrutar de vuestra luna de miel, con el recuerdo de haber vivido una experiencia única.